Todo comenzó junto a mi familia, empezamos a orar por la ciudad de San Martin dónde Dios nos llevó abrir un lugar pequeño que nos cedieron; luego de 6 meses de trabajo hubo un crecimiento de almas, eso nos llevó a «desafiarnos» aún más que Dios tenía marcado una «promesa» para nuestras vidas y para la ciudad.
Luego de que el lugar nos quedará reducido, junto a nuestra familia y al grupo de almas, nos desafiamos a buscar un lugar más amplio,
Dios vuelve a cumplir su «promesa» en su iglesia, abrió nuestro camino para afirmarnos en un lugar donde estaba destruido y desolado.
Luego de restaurar y renovar el lugar, el 14 de Diciembre de 2019 «Inauguramos» la casa de Dios, sobre la ciudad de Villa Ballester (San Martin).
Y a pesar después de padecer una «pandemia», la iglesia siguió trabajando.
A través de un fuerte trabajo social y espiritual, donde vidas y familias fueron transformadas por el poder de Dios.
Dios termina nuevamente demostrando su «fidelidad» en cada una de nuestras vidas.
Después de una noche oscura, hay un «Nuevo Amanecer» con Jesús.